31 de agosto y 1 de septiembre, domingo y lunes
Teníamos previsto seguir algún día
más hasta Fisterra pero, por consenso, decidimos regresar ya aunque con
tranquilidad. Así que, aprovechando la proximidad de Ribadeo, visitaremos su
famosa Playa de las Catedrales.
Nos despedimos de Marian y sobre
las 12,00 h. estamos con los pies en la arena. Desde aquí recomiendo a todo el
que no conozca esta espectacular playa que no deje de visitarla porque no le
defraudará, pero ¡ojo! que a partir de Semana Santa de 2015 la visita se
restringe a 4.000 personas al día y habrá que pedir cita. La verdad que ahora
es agobiante por el número de personas que coinciden en cada bajamar.
La playa genial pero las fabes con
almejas y bogavante, no encuentro palabras. Tampoco para la típica fabada
asturiana con su morcillita, choricito, etc.
Tanto es así, que nos vamos a echar la siesta a un hostal que conoce
Fernando y en el que nos hospedaremos esta noche. Por la tarde, paseo por el
pueblo, cena y a dormir temprano que mañana tenemos que cruzarnos la piel de
toro.
Lo de la tranquilidad nos lo tomamos al
pié de la letra y no salimos muy pronto que digamos pero llegamos a comer a
Rueda, que era el objetivo, donde nos agenciamos unas cuantas cajas de su
apreciado vino. Y así, chino chano, sobre las 23,00 h. llegamos a casa dando por
finalizado nuestro "sufrido" Camino de este año, pero ya pensando en
el próximo que esperemos venga Juan, el cronista oficial, porque en esta ocasión que
no ha podido me han endosado a mí los comentarios. Deseo que os guste. Un
abrazo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario