28.11.14

SIGÜEIRO - SANTIAGO


30 de agosto, sábado
          La etapa de hoy es corta pero nos levantamos pronto porque queremos llegar con tiempo a Santiago para disfrutar al máximo esta fantástica ciudad que sorprende a propios y extraños.

          Tras el desayuno nos despedimos de María José, nuestra hospitalera, e iniciamos la ruta con un día soleado y agradable.  El camino es cómodo, la primera parte con mucha vegetación y sendero propicio hasta que nos vamos acercando a la ciudad y aparece el asfalto por el que transitamos ya hasta el albergue.

          Sobre el mediodía, nuestro cabo furriel nos ha preparado el correspondiente almuerzo diario en nuestra particular cantina "Do Campo", y tras un arranque dubitativo, retomamos el camino correcto hasta el albergue de San Lázaro, al que llegamos sobre las 16,00 h después de andar unos cuantos kilómetros de más.

          Tras la ducha y la siesta de rigor, tomamos unos gin-tonics para poner el cuerpo a tono y nos vamos al centro a comprar algún recuerdo, a recoger la Compostela y a las 20,00 h. en punto a cenar al Gato Negro, degustando unos buenos mariscos de la zona que bien nos hemos ganado.

          Tras la estupenda cena y ya de regreso al albergue, nos encontramos con los amigos gaditanos con los que compartimos un rato de chistes y risas, echamos unas fotos y nos despedimos con un ¡Hasta siempre!. Ha sido genial convivir estos días con vosotros. Nos ha llegado al alma la fuerza y el tesón de un hombre como Esteban Castilla que, desafiando la enfermedad, se ha lanzado a hacer el Camino ya tres veces. Digno de admiración y mi referencia en este Camino Inglés. ¡Ánimo, amigo Esteban!



Reflexión de fin de año (por Marian)


Por sugerencia de Paco, a quien tuve el gran gusto de conocer haciendo El Camino de Santiago durante el verano, junto con el resto de sus amigos e integrantes de este grupo, me pongo a escribir esta pequeña reflexión de fin de año. 

Está a punto de cumplirse un año más en la vida de cada uno, y ¡cuántas cosas se aprenden en un año bien aprovechado!, ¿verdad? 

Una de las cosas que aprendí este año es la del hecho de ser sencillo. Pongamos en valor LA SENCILLEZ. Y si he conocido a alguien sencillo este año que estamos a punto de despedir, ese ha sido un peregrino ejemplar, unhombre bueno como bien decía Machado, Esteban es su nombre. 

Coincidimos con él el segundo día de ruta mientras hacíamos El Camino Inglés desde El Ferrol a Santiago de Compostela en Agosto. 

Quiero destacar su actitud positiva durante todos y cada uno de los días de camino, su rostro amable para con todos aquellos peregrinos que tuvimos la suerte de coincidir con él durante muchos tramos en los que caminaba sólo por su pequeña limitación física, que no mental, sus cultivados - a la vez que divertidos- comentarios a la hora de intercambiar impresiones bien sobre climatología, arte, historia… y, por encima de todo, su inmensa tenacidad a la hora de conseguir la meta diaria de alcanzar el albergue al final de cada ruta, han dejado una profunda huella en muchos de nosotros. Y todo ello sembrado de una cálida SENCILLEZ. 

Como incansable peregrino que es, cada año prepara junto a su hijo, de nombre Esteban también, una nueva ruta a modo de reto que superar. ¡Bravo! Este año les acompañaban dos buenos amigos; Félix y Juan. A todos ellos, se les unió también durante el camino, Elda, otra gran peregrina. ¡Qué viva la buena gente! Buen camino en la vida peregrinos. 

Me despido con un pequeño consejo, si me lo permitís; que en estos tiempos en los que afortunadamente damos importancia al cuidado físico, no nos olvidemos nunca de nuestro bienestar interior. Os propongo una meta, ¡compartida claro está!, un deseo para el 2015: 
¡NO NOS OLVIDEMOS DE SER FELICES, ES GRATIS! 

Marian





































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